Utilizo este blog para los cursos online de formación del profesorado
lunes, 18 de mayo de 2015
lunes, 11 de mayo de 2015
Y con la familia ¿qué hago?
Preguntas iniciales a la familia
En una primera entrevista con la familia
del alumno hay una serie de cosas que deberemos preguntar para poder hacernos
una idea de cómo es nuestro alumno, su entorno, su tipo de aprendizaje, su
comportamiento diario, qué le motiva y qué le desalienta. Qué situaciones le
estresan y en cuáles se siente más relajado, cómo es su tipo de aprendizaje,
qué estrategias siguieron con él en otros cursos y de ellas, cuáles
funcionaron, cuáles son sus inquietudes, etc.
Aunque no es conveniente hacer un
interrogatorio, a lo largo de la conversación algunas preguntas que podríamos hacer son:
Si toma medicación hay que saber a qué
horas le hace más efecto y a cuales ya se le pasa para poder programar las
actividades que requieren más atención en las horas en las que la medicación
está haciendo efecto.
¿En casa tiene un modo de vida ordenado,
con horarios organizados y con periodos de esparcimiento y ejercicio físico
claramente establecidos?
¿Han diseñado junto con él algún tipo de
rutina que deba seguir a la hora de hacer las cosas que menos le gustan?
¿Tiene establecidos periodos de tiempo
en los que deba realizar sus tareas, con periodos de descanso entre ellas?
¿Se refuerzan de forma clara los
esfuerzos realizados y los logros obtenidos?
¿Cuándo tiene un momento de crisis,
tienen alguna estrategia en casa para evitar que su enfado llegue a ser
extremo? ¿Una vez pasado el enfado, con calma, comentan con él lo que ha
ocurrido y reflexiona sobre ello?
¿En casa suelen encontrar y fomentar sus
virtudes, evitando juzgarle continuamente?
¿Procuran halagar sus méritos, aunque
sea por motivos aparentemente nimios y evitan las críticas continuadas?
¿Dedica la familia un momento cada día a
hablar con él, saber cómo se siente, qué le preocupa, cómo ha ido su día?
¿Conoce y comprende claramente las
normas que se aplican en casa?
Cuándo hay que darle algún tipo de
instrucción ¿se hace de forma directa, clara y concisa?
¿La familia es capaz de ignorar los
comportamientos negativos, la mayoría de las veces?
¿Existe una forma rutinaria de
advertirle que lo que está haciendo no es correcto y que tendrá unas
consecuencias?
Cuándo se le felicita o premia por un
buen comportamiento o por una tarea bien realizada ¿Se diferencia claramente
uno por uno?
A la hora de dar instrucciones ¿La
familia intenta utilizar siempre enunciados positivos?
¿Evitan castigar al alumno, salvo en
situaciones límite? ¿Qué estrategias utilizan con él?
A la hora de comunicarle algo importante
¿Intentan elegir un momento en el que esté tranquilo y receptivo?
En caso de que la familia se sienta
desbordada ¿Tienen a alguien de confianza a quien pedir ayuda?
En otras etapas ¿siguieron algún tipo de
pautas que le ayudaran con sus estudios?
Implicar a la familia
Dentro del proceso de
enseñanza-aprendizaje que se produce en las aulas, la implicación de la familia
es fundamental, más en el caso de alumnos y alumnas diagnosticadas con algún
tipo de dificultad en el aprendizaje o en el comportamiento.
Con las familias de niños y niñas diagnosticadas de TDAH, esta implicación
es muy importante, puesto que hay que estar siempre muy pendientes de ellos.
Diariamente, el profesor debe revisar que lleva todas las tareas apuntadas
en la agenda y la familia debe supervisar que todas las actividades han sido
realizadas, haciendo constar en ella si ha habido algún tipo de dificultad en
la realización.
Es aconsejable que exista un medio rápido y confidencial de comunicación
entre padres y profesores (correo electrónico, Whatsapp…) que garantice una comunicación
bidireccional fluida, de forma que tanto los padres como los tutores (o los
profesores) puedan saber si ha habido algún tipo de incidencia y qué medidas se
han tomado.
Debe haber reuniones periódicas entre el tutor y las familias para evaluar
el progreso del alumno y, en caso necesario, adoptar medidas consensuadas que
conduzcan a la consecución de los objetivos marcados.
Una reunión a principio de curso entre el tutor, los padres y el equipo
docente que va a trabajar con el alumno, puede servir para que todos puedan
conocer de primera mano cómo se enfrenta el niño a las distintas asignaturas,
las medidas efectivas que se tomaron en cursos anteriores, cómo se puede hablar
con él en caso de que surjan conflictos, etc.
Si el niño recibe tratamiento
farmacológico y/o psicoterapéutico, la familia debe comunicar al tutor
cualquier variación en los mismos y, si el psicoterapeuta da unas pautas a
seguir deben ser comentadas con el equipo docente para poder aplicarlas de
forma unánime. El tutor debe comunicar a la familia cualquier cambio que note
en el alumno, para que estos puedan comentarla con el médico.
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